Asociación Juvenil Razia
IMPERIO
El Imperio Hemero controla toda Heria y su ley se aplica en todos los rincones del continente. Ésta establece que solo aquellos que hayan nacido con el don de la magia pueden ser nobles, y quienes nacen con este don entre el pueblo llano son entregados nada más nacer a una familia noble. El resto del pueblo vive labrando las tierras mientras que los nobles gobiernan.
Hasta ahora el Emperador gobernaba desde Caradria, capital del Imperio, pero tras su infortunada muerte un triunvirato formado por el Alto Mariscal de los ejércitos, el Sumo Rector de la Iglesia de Thiarn y el Mayordomo del Emperador, ha tomado las riendas del gobierno.
El corazón del Imperio son las Ribas Imperiales, una tierra fértil que se extiende de norte a sur del continente a lo largo del río Ergyl. A lo largo de esta franja de tierra se encuentran algunas de las ciudades más pobladas y más esplendorosas de todo el Imperio.
Fe de Thiarn
Los habitantes de Heria son muy temerosos de los dioses. Ni siquiera se plantean su existencia: ellos, de hecho, existen. Según cuentan las leyendas una vez caminaron entre los hombres. Fueron los Hijos Menores de Thiarn los que otorgaron a los humanos el conocimiento de las artes mágicas, y la cultura de cada nación es en parte heredera de sus enseñanzas. Esta creencia se ve representada en la Iglesia de Thiarn, con sede en Caradria, que además de ocuparse de los asuntos de fe, ofrece consejo, ayuda y cuidados a sus feligreses.
La religión es prácticamente unánime y apenas discutida, además se suele perseguir fervientemente a aquellos que no comulgan con la fe.
ATANIA
Situada al suroeste de Heria, las tierras de Atania son escarpadas y agrestes. En esta tierra se reverencia a Denura, hija de Thiarn, la que les otorgó el poder del fuego. Se divide en ocho ciudades estado independientes, aunque Áspatos está bajo el control directo del Imperio, por lo que su potencia como nación es menor que el resto.
Aún así sus gentes, a rasgos generales, se caracterizan por ser orgullosas, honorables y fieras. No obstante tienen un gran sentido del hogar y se dedican con suma devoción a sus profesiones. Las principales actividades económicas de Atania se basan en la agricultura, la ganadería y la artesanía, siendo estos últimos tenidos en gran alta estima y respetados por la sociedad.
Ahora, las tres ciudades del norte: Delus, Datilium y Zalata, se han aliado contra las tres del sur: Adelia, Sikatia y Vicare para intentar unificar la mayoría del territorio.
LYORE
Lyore, como es ya sabido es la cuna de la magia de agua, otorgada por la voluble a la vez que prudente Theralia. En esta nación se encuentran los mejores marinos de todo el Imperio, sus navegantes, exploradores y constructores de navíos son los más reputados de todos. Asimismo, en el remoto norte, en una isla se encuentra la Catedral Boreal, uno de los grandes centros del poder eclesiástico de todo el Imperio.
KORLAND
Korland es el lugar donde descendió el osado y poderoso Korgrim y les enseñó a sus habitantes la magia de tierra. Sus guerreros se cuentan entre los mejores de toda Heria. Su valía, su honor y su bravura han hecho que históricamente Korland sea de las naciones más importantes del Imperio. Dada la extensión de sus tierras, los korlandenses son un grupo heterogéneo, por tanto podemos encontrar una gran diversidad a lo largo de sus bosques, colinas y valles.
SADRIA
Situada al sureste del continente, Sadria es la nación que aprendió los caminos del astuto y sabio Ashazir. Su poder sobre los vientos viene de él. Los nobles sadrios veneran la sabiduría, de ahí que los mayores eruditos provengan de esta nación y que entre su nobleza se compita por poseer la mayor cantidad de conocimientos posible.
Mientras sus nobles se dedican a la acumulación de saber y la contemplación de los cielos, su pueblo ara las vastas praderas que abarcan el territorio de Sadria, no obstante conforme se avanza hacia el sur las tierras se tornan cada vez más áridas hasta llegar al desierto de Ashira, es por ello por lo que los sadrios son un pueblo práctico y acostumbrados al trabajo duro.
Su capital es la ciudad flotante de Iladria, una maravilla arquitectónica de tiempos antiguos, en ella se encuentra el Consejo de los Arcanos, quien gobierna sobre las llanuras de Sadria.
Hemeros, en último acto de benevolencia, eligió a su más fiel seguidor, Caradrios, para que estableciera el glorioso Imperio que hoy todavía perdura como garante eterno de la ley y la concordia y encomendó a su estirpe que continuara con su legado, día tras día, hasta que estos dejen de existir.
Palabras guardadas en el códice Áureo