EL IMPERIO DE HEMEROS:

Un compendio sobre las naciones, sus tierras y sus costumbres

por

Decio Carino,

Archivista mayor del Imperio

 

Capítulo V: Sobre Sadria

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Introducción

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Sadria es la nación que aprendió los caminos del astuto y sabio Ashazir. Su poder sobre los vientos viene de él. Los nobles sadrios veneran la sabiduría, de ahí que los mayores eruditos provengan de esta nación y que entre su nobleza se compita por poseer la mayor cantidad de conocimientos posible. Su capital es la ciudad flotante de Iladria, una maravilla arquitectónica de tiempos antiguos, en ella se encuentra el Consejo de los Arcanos, quien gobierna sobre las llanuras de Sadria.

 

Situación geográfica

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Situada al sureste del continente, Sadria abarca el territorio que se extiende desde la Cordillera Afilada hasta el Desierto de Ashira, separado de Atania por el río Ergyl. Su paisaje, en su mayoría, está compuesto por grandes praderas y llanuras que se extienden hacia el sur convirtiéndose poco a poco en zonas más desérticas hasta llegar al gran desierto. Su población se aglomera en torno a pequeñas ciudades llamadas Tarën o en pequeñas aldeas, donde viven del cultivo, la crianza de animales (sobretodo caballos), y el comercio.

 

Forma de gobierno

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En Sadria la aristocracia gobierna siguiendo un sistema de méritos personales. Entre los más aptos se forma un consejo de sabios conocido como el Consejo de los Arcanos que maneja los asuntos de la nación desde su capital, Iladria. Este Consejo está presidido por el Gran Arcano, aquel que ha alcanzado más prestigio entre sus miembros. Actualmente Nodarion Clamasol ocupa este puesto.

 

Solo las familias nobles que alcancen cierto renombre pueden aspirar a formar parte del Consejo de los Arcanos. Así pues, es común que la mayoría se dedique toda su vida a intentar alcanzar logros académicos o a acumular la mayor cantidad de conocimientos posible. El prestigio también les da a los nobles el derecho de gobernar sobre las Tarën, por lo que no es raro que las familias compitan por acumular el mayor número de ciudades bajo su mando, desprestigiando a las demás si es necesario.

 

Ciudades y líderes

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Iladria: Capital de Sadria, es una maravilla arquitectónica y mágica, pues se trata de la única ciudad flotante conocida. Cabe destacar sus altas torres, orgullo de cada familia y símbolo de distinción. Sus bazares y mercados son lugares en los que uno puede llegar a perderse y no dejan de sorprender como para toda una vida.

 

Tarën:  Cada Tar, es un pequeño pueblo que se ha ganado el derecho de encalar las paredes de sus casas y que sirve de conexión a Ilardia desde las llanuras mediante antiguos conjuros y sortilegios perdidos. Todas son blancas.

 

Arsirien: Es el puerto más meridional y oriental del continente de Heria, a él acuden todos los días barcos del resto del continente y también de otros lugares fuera de Heria, además de las caravanas nómadas del desierto de Ashira, que tienen en este puerto su principal lugar de abastecimiento. Esto hace que en sus mercados puedan encontrarse los objetos más extraños y las mercancías más exóticas que existen en todo el continente de Heria.

 

Pero en Sadria no solamente se pueden considerar importantes las regiones, sino que también existen diversos accidentes geográficos dignos de mención en este apartado.

 

Las montañas de Tyrea:  Esta cordillera se compone de escarpadas y traicioneras montañas, llegando a estar la roca afilada como cuchillas. Estas escarpadas montañas son la cuna de los Tyreos, un pueblo sobrio con una cultura diferente a la de las Tarën. Son gente dura, que ha vivido el hambre en numerosas ocasiones.

 

El Desierto de Ashira: Este desierto delimita Sadria por el Sur. Sus vastas arenas cubren toda la superficie en millas. Tras él se encuentra otro más temido y peligroso, el  Desierto de la Ceniza.